Necesarios en la sociedad de hoy y en el modelo educativo actual
Este sábado día 8 de junio, los profesores de Religión tenemos un encuentro en el Seminario Metropolitano de San Atón convocados por la Delegación Episcopal para la Educación de la Archidiócesis de Mérida-Badajoz.
Responder a la llamada Diocesana
No se trata de "un encuentro más" y, "madre mía en estas fechas...cargadas ya de tareas finales y con las fuerzas agotadas". Pues ahora es cuando más presencia tenemos que dar porque adentrarse hoy como estamos adentrados, en ese "territorio sin ley" que es el campo de la educación tanto por su naturaleza propia como por la inestabilidad que en muchos lugares confiere la misma por los vaivenes políticos, es indudablemente siempre un momento en el que tenemos que mostrar nuestra atención a lo que nos da sentido de profesionalidad: la enseñanza de la Religión.
No hay nada nuevo bajo el sol
Por más tiempos modernos que vivamos y por mucho que en determinados medios de comunicación se empeñan en "vocear" que en Extremadura más de la mitad del alumno "ya no elige la asignatura de Religión", podríamos decir que con todo ello, "¿Qué es lo que fue? Lo mismo que será. ¿Qué es lo que ha sido hecho? Lo mismo que se hará; y no hay nada nuevo bajo el sol" (Eclesiastés 1,9).
Tenemos que continuar en nuestro constante y acertado camino de formación, porque somos cristianos enviados con un futuro de promesa, un futuro que no será nunca conquistado por el hombre sino lo entendemos primero como un regalo "del cielo" pero con los pies en la tierra.
Los profesores de Religión somos capaces de declarar que no todo está vacío, sino que creemos plenamente en un "futuro preñado de sentido" (Béjar, ¿Cómo hablar hoy de la resurrección? Khaf, Madrid, 2010, p.70).
Actualizar la experiencia de Dios
Y es unidos, como colectivo en torno a la Iglesia Diocesana como seremos capaces de acudir a la llamada de esos niños y jóvenes que pueden sentirse amenazados por la virulencia del huracán del "mejor no hacer nada que estar en clase de Religión". Porque realmente somos nosotros en este terreno quienes debemos ser capaces de actualizar la experiencia de Dios.
San Agustín de Hipona decía: "Los hombres son lo que son en sus amores...amando a Dios nos hacemos dioses; luego amando al mundo se nos llama mundo". Que se nos llame educadores y profesionales de la Religión porque amamos la clase de Religión desde la raíz, haciéndonos presentes en estos encuentros hasta lo más alto del árbol, en nuestras clases día a día junto a nuestros alumnos.
Que realmente esa máxima espiritual de "dime cómo es tu corazón y te diré como es tu dios", resulte iluminadora para cualquier persona y para en cualquier dimensión de la vida, pero que adquiere un repercusión peculiar cuando hablamos de educación y, en concreto, del educador cristiano.
Te esperemos mañana en el Seminario Metropolitano de San Atón. No faltes, tenemos que este siempre atentos y actualizar nuestra experiencia de Dio, "a ellos, nuestros alumnos, se lo debemos".